El rugby a 15 formó parte del programa de
los Juegos Olímpicos de verano en cuatro de las siete primeras
ediciones, si bien lo hizo únicamente en categoría masculina. El deporte debutó
en los Juegos de París de 1900, incluyéndose con posterioridad en
los Juegos de Londres de 1908, en los Juegos de Amberes de 1920 y
en los Juegos de París de 1924. Poco después de estos últimos, el Comité
Olímpico Internacional (COI) excluyó el rugby como deporte olímpico.
Desde ese momento fueron numerosos los intentos de
incluir de nuevo el rugby en el programa olímpico, hecho que se materializó
el 9 de octubre de 2009, cuando la inclusión del rugby a
siete para los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020.
De ahora en adelante, el impacto que tendrá el rugby es
ilimitado. El hecho de participar de una competencia que alberga a más de 200
países le brinda la posibilidad de llevar el deporte a lugares hasta aquí
inexplorados. Países con poca tradición en el rugby han comenzado una dura
preparación acompañada de una fuerte inversión.
Además agrega a la economía una inyección millonaria en dólares cada cuatro años. También hay que tener en cuenta que el rugby formará parte de la competencia fuerte de los Juegos. Se disputará en el Estadio Olímpico durante la primera semana de competicion, antes del atletismo.
Será diferente al rugby que inventó William Webb Ellis en 1823. Tampoco tendrá el espíritu que el Barón Pierre de Coubertin le inculcó a los Juegos Olímpicos, pero la vuelta del rugby a los Juegos Olímpicos no deja de ser un hecho histórico comparable con la realización del primer Mundial en 1987.
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